Autor: | Salas, Claudia; Paredes Arcos, Antonio Arnaldo; Pacheco Tejeda, Mirtha Noemi; Monroy Chávez, Hugo; Sánchez Félix, Gadwyn; Moisés Alfaro, Celia Betzabet; Coronado Portocarrero, Jorge Hermogenes; Pajuelo Levano, María Ysabel; Carbajal Chavez, Tomás Humberto; Quiñones, Pilar. |
Resumen: | El linfoma anaplásico de células grandes cutáneo primario está, junto con la papulosis linfomatoide, entre los linfomas cutáneos más frecuentes luego de la micosis fungoides siendo, en algunos casos, dificil hacer el diagnóstico diferencial entre ambas, asi como con otras entidades CD30+, con implicancias en el manejo y pronóstico. Reportamos el caso de un paciente varón de 79 años quien presentó dos lesiones nodulares en cuero cabelludo, de aparición brusca, en los últimos cuatro meses y desarrolló adenopatias cervicales, teniendo como antecedente importante el estar en tratamiento con ciproterona luego de una orquiectomia bilateral por adenocarcinoma de próstata. Se sospechó de una metástasis cutánea, dado el antecedente, pero el curso clínico con involución luego de la biopsia y la histología e inmunohistoquimica nos permitieron hacer el diagnóstico de linfoma anaplásico de células grandes cutáneo primario con compromiso ganglionar. Es importante tener en cuenta todas las posibilidades diagnósticas en el caso de lesiones solitarias, benignas y malignas, primarias o secundarias, dada la implicancia que tendrá esto en el manejo y pronóstico de nuestros pacientes, siendo necesario realizar los estudios de inmunohistoquimica y análisis genético, en algunos casos, además de tomar en cuenta el curso clínico de la enfermedad. (AU)^iesThe anaplastic large cell primary cutaneous lymphoma and lymphomatoid papulosis are the most frequent cutaneous lymphomas, after mycosis fungoides; being, in some cases, difficult to make differential diagnosis between them and whit other CD30+ disorders; with implications for management and prognosis. We report the case of a 79-year-old male patient who presented two nodular lesions on the scalp, of abrupt on set in the last 4 months, and developed cervical lymphadenopathy; the patient was in treatment with cyproterone after bilateral orchiectomy for prostatic adenocarcinoma. We suspected of a cutaneous metastasis, given his history, but the clinical course, with regression after biopsy, histology and immunohistochemistry allowed us to make the diagnosis of primary anaplastic large cell cutaneous lymphoma with nodal involvement it is important to consider all diagnostic possibilities in the case of solitary lesions, benign and malignant, primary or secondary; given the implications this will have on the management and prognosis of patients, being necessary to perform immunohistochemical studies, and genetic analysis in some cases, in addition to taking into account the clinical course of the disease. (AU)^ien.
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