Resumen: | La actividad física ha sido siempre un requisito para la salud. Antes solía revestir la forma de trabajo, mientras que ahora puede ser una práctica placentera. Conviene ofrecer oportunidades adecuadas de actividad física para que la gente pueda mantenerse en buena forma. Cuando se obseva a niños, jóvenes o adultos ejerciendo una actividad física se está viendo a gente sana. Está sana porque es activa o es activa porque está sana? La respuesta exacta a esa pregunta es importante para individuos, familias, organizaciones privadas y públicas y autoriedades que tratan de promover la salud y prevenir la enfermedad. Si es verdad que la gente mantiene o mejora su salud gracias a la actividad física ello ofrece grandes posibilidades de fomentar la salud. Para responder a la pregunta precipitada hemos de comprender la naturaleza y el significado de la actividad física y el deporte, y conocer sus efectos en la salud y sus determinantes. Si los efectos son favorables y significativos hemos de estar al tanto de las posibilidades, las condiciones y las limitaciones para alcanzarlos. Sólo entonces podrán darse pautas en cuanto a aprovechamiento del potencial de salud que encierra la actividad física y el deporte. La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad. Salud en falta de síntomas, energía, equilibrio interior y con el entorno, bienestar físico, mental y social. No es un estado constante, sino una característica que cambia de un día a otro. No se puede medir sólo en términos de enfermedad e invalidez; han de tenerse en cuenta también los sentimientos propios y la calidad de la vida. En la salud influyen numerosos factores pasados y presentes del entorno y de nuestro modo de proceder. Algunos de esos factores son controlables pero otros no lo son. El bienestar material permite a la sociedad y al individuo cumplir mejor los requisitos de una buena salud. La política social debe facilitar al individuo la opción de modos de vida sanos. (AU)^ies.
|