Resumen: | Nuestro objetivo fue evaluar si el ritmo circadiano del cortisol y los niveles de IgA secretoria (IgAs) se alteraban por el ejercicio intenso en actitud moderada. Material y Métodos: Se evaluaron 4 escaladores masculinos. La travesía duró 5 días, alcanzando una altura máxima de 4270 msnm. Se tomaron muestras de sangre antes y después del viaje. Durante el ascenso, se recolectaron muestars de saliva cada mañana y cada noche en tubos estériles manteniéndolas a temperatura inferior a 10ºc. El mal agudo de montaña (MAM) se evaluó con el test de Lake Louise. Los resultados se presentaron como pormedio y DS. Resultados: los participantes no mostraron déficit previo de cortisol: 14,7ug/dl (3,45) y todos mantuvieron el ritmo circadiano: mañana: 0,87ug/dl (0,37) vs noche: 0,32ug/dl (0,22) (p<0,01); dos de ellos presentaron MAM moderado que normalizaron con la aclimatación. El cortisol salival matutino mostró valores superiores a mayor altitud (r: 0,27). Ninguno de los participantes tenía déficit previo de IgA o IgAs: 162mg% (52,3) y 17,9mg% (8,64) respectivamente. Los valores de IgAs matinal fueron superiores a los nocturnos: 21,03mg% (18,9) vs 9,88mg% (7,50) p: 0,03. El coeficiente de correlación entre IgA y cortisol salival fue positivo (r: 0,35). Conclusión: La potencia estadística es baja debido al número de escaladores. Este hecho no nos permiten establecer conclusiones firmes, pero el ritmo cardíaco del cortisol no fue alterado por ejercicio intenso en altitud moderada ni por el MAM moderado. Los nieveles elevados de cortisol salival no afectaron a la producción de IgA. (AU) ^ies.
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