Resumen: | La prevalencia entre los adolescentes, de trastornos de la conducta alimentaria como anorexia nerviosa (AN), bulimia nerviosa (BN) y otro (obesidad, alimentación compulsiva, o no especificados), viene creciendo día a día de modo sostenido y a gran velocidad; y siendo la alimentación una necesidad básica, importante y vital para el crecimiento y desarrollo, debe entenderse que este acto ejerce una conducta poderosa influencia en la estructura y funcionamiento del organismo por lo tanto una conducta alimentaria adecuada hace posible que esto se desarrolle de manera adecuada y óptima. Cada sociedad tiene formas habituales de alimentarse según sus costumbres y características socioculturales y religiosas; cuando un individuo se aparta de los límites racionales presentando características anormales tanto en la calidad como en la cantidad o distribución de las comidas a esto se le llama “Trastornos en la Conducta Alimentaria”. El tratamiento de los trastornos en la conducta alimentaria representa todo un desafío de Salud Pública por su alta incidencia, gravedad y evolución clínica prolongada con propensión a la cronicidad y por el grupo etáreo afectado, por lo tanto, es indispensable buscar las herramientas que permitan una detección temprana y una intervención especializada con un equipo multidisciplinario que incluya médico, psicólogo, nutricionista, psiquiatría, de modo que el pronóstico de recuperación sea el mejor posible. (AU)^ies.
|